El hilo delino para cocinar es un clásico de la cocina europea tradicional y desde hace generaciones se utiliza para distinto tipo de platos. También es lógicamente ecológico y sostenible.
¿Por qué nos gusta?
Poco hay que te podamos contar de un hilo de lino básico que se ha venido utilizando desde hace siglos de la misma manera. Nos aseguramos que esta tradición natural continua, ofreciéndotelo.
Bürstenhaus Redecker ha estado haciendo cepillos desde 1935. Muchas cosas han cambiado desde entonces y hoy el nombre Redecker tiene prestigio como símbolo de naturalidad, funcionalidad y diseño. El nombre refleja hoy la mezcla especial de creatividad, oficio e inventiva. Redecker pone un empeño muy especial en que sus productos no solo sean prácticos sino que sean bonitos y muy importantemente, ecológicos. Que los materiales sean naturales y sostenibles es un requisito fundamental cuando eligen la materia prima.
Los cepillos Redecker se manufacturan principalmente con maderas, cerdas, pelo y fibras naturales. Distintos materiales se utilizan para distintos cepillos pero las fibras artificiales raramente tienen sitio, sólo en ocasiones o requerimientos especiales. Todas las maderas son FSC y provienen de bosques de tala controlada.
Este hilo está hecho de lino 100%
Nos gusta la innovación sostenible y la tecnología verde, pero también nos gustan las cosas tradicionales, elaboradas con elementos naturales tal como se hacían cuando las personas estábamos más en contacto con la naturaleza y el entorno. Eso es lo que hace Redecker.
Creada en 1935 y dirigida hoy por Jutta y Gernot Redecker, hijos del fundador Friedel Redecker (que era ciego), y la siguiente generación, representada por Felix y Jana. La empresa se creó cuando Jutta y Gernot vendieron los restos de almacén de su padre con un éxito inesperado y creció cuando ambos abandonaron sus carreras para seguir el oficio que su padre les había transmitido. Hoy Redecker es una multinacional de reputado éxito, y sus productos son famosos no sólo porque son prácticos y útiles, sino por su belleza. Siempre usan materiales naturales y renovables y priorizan calidad y sostenibilidad. Cada cepillo es una pieza en sí misma, uno de esos objetos que al cabo de los años reconocemos como parte de nuestra vida y de la de nuestra familia, objetos para querer.
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