Cuatro razones para utilizar un limpiador de lengua que no sabías:
Limpiar la lengua, y específicamente rasparla, esta en boga. Aunque parezca sólo una moda, hay razones específicas que apoyan el que lo hagas, y están apoyadas por evidencia. El raspador de lengua cobre de mínima los pone a tu alcance:
¿Por qué nos gusta el raspador de lengua orgánico?
Ya lo dice la milenaria medicina ayurvédica: limpiar la lengua es anti toxinas, anti bacterias y mejora el aliento y la digestión, en resumen.
Si no estás convencido, hay literatura que apoya el uso de los raspadores que puedes ver más abajo.
Este raspador es de cobre 100% ecológico, que es altamente higiénico y se puede limpiar con facilidad a fondo. Tiene forma ergonómica y es fácil de sujetar para hacer el raspado fácil. No se desgasta y lo tendrás para siempre.
Artículos que dan más detalle (en inglés)
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16032940/ y https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.0303-6979.2004.00507.x
Este raspador de lengua orgánico tiene un tamaño un poco más grueso para que sea más suave en la lengua, sin riesgo de mellas. Además tiene una forma más anatómica para una limpieza mejor y más uniforme. Tiene un agarre fácil con asas de acero inoxidable.
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Cobre y acero inoxidable
El uso de un raspador no sustituye el de un cepillo de dientes. Puedes utilizar el raspador sin problema dos veces al día. Los resultados serán más evidentes tras una semana de usarlo.
Para utilizarlo, cógelo por las asas y apoyalo sobre la lengua, arrástralo apretando suavemente de dentro hacia fuera y repite. Enjuágalo después de cada pasada. Limpialo bien al terminar de usarlo. Si prefieres incluso lo puedes hervir de vez en cuando para estar seguro de que está limpio
Mínima es una empresa que nace del desencanto con las prácticas de sostenibilidad de la industria cosmética. Andrea y Juliana, las fundadoras, se conocieron en Barcelona, donde siguen y decidieron empezar a concienciar a la gente sobre la higiene dental, la importancia de los buenos hábitos, el cepillado pero además hacerlo de forma sostenible y responsable.
Es por ello que aunque empezaron con el dentífrico en polvo, expandieron la oferta al resto de la higiene dental, con hilo dental, cepillos de bambú y raspadores de lengua.
Nos gusta su proyecto porque es un proyecto local, de proximidad, que además es simple y honesto. Todos sus productos son veganos, sin plástico y con prácticas de negocio sostenibles y educativas.
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